Mona de bizcocho de zanahoria

Molde 15 cm de diametro. Cocción 30 minutos aprox. a 170ºC

90 g de mantequilla

150 g de azúcar 

3 huevos

170 g de harina

10 g de fécula de maíz (Tipo maizena)

5,5 g de impulsor o levadura química

50 ml de licor (Ron)

180 g de zanahoria rallada

Crema de mascarpone

80grs. de azúcar glas

80 grs. de mantequilla

250 grs. de queso mascarpone

Relleno

Mermelada de frutos rojos

Preparación:

Precalentar el horno a 170ºC.

En un recipiente pesamos la harina, la fécula y la levadura química. Tamizar y reservar.

Rallar la zanahoria y reservamos.

Colocamos en el cuenco de la batidora la mantequilla y agregamos la mitad del azúcar, batimos a máxima velocidad. Cuando se haya integrado el azúcar, agregamos el resto y seguimos batiendo hasta que blanquee, más o menos 3-4 minutos.

Agregamos los huevos de uno en uno, integrándolo muy bien cada vez.

Cambiamos al accesorio mezclador y en velocidad 1 o la más baja, agregamos la mitad de la mezcla de harinas y cacao, añadimos el licor y terminamos con la mezcla de harinas. Agregamos la zanahoria rallada, acabamos de mezclar a mano suavemente. 

Engrasamos el molde y lo forramos con papel. Horneamos 30 minutos a 180º o 170º si es con aire con calor arriba y abajo.

Cortamos el bizcocho en dos partes, lo empaquetamos con film y lo guardamos en la nevera.

Preparamos el relleno de crema de mascarpone.

Ponemos en el cuenco de la batidora la mantequilla con el azúcar, empezamos  a velocidad lenta y la vamos subiendo hasta que haya blanqueado la mezcla, añadimos el queso que habremos sacado de la nevera dos horas antes para tenerlo a temperatura ambiente, lo unimos de forma envolvente.

Montamos la tarta colocando una base y añadiendo la mermelada de frutos rojos lo cubrimos con la otra mitad de bizcocho, cubrimos con la crema de mascarpone del centro hacia los bordes y los laterales, refrigeramos un poco y volvemos a ponerle otra capa, con el resto de crema la ponemos en una manga con boquilla rizada y decoramos como más guste.

Acabé la decoración con un huevo de Pascua y unos pollitos.

Quedó una tarta muy suave y jugosa que se deshacía en la boca.